sábado, 18 de diciembre de 2010

El charco del Pozo de la Puerta de El Toboso

Vista del llamado Pozo de la Puerta en una fotografía de 1916

El Toboso se edificó sobre una pequeña pendiente elevada que desaguaba formando pequeños charcos en las hondonadas adyacentes. Estos charcos debieron ser útiles para que abrevasen los animales pero  muy nocivos para la salud pública porque eran un foco de transmisión de enfermedades contagiosas. El del Pozo de la Puerta, estaba situado junto al pozo que a su vez estaría junto a una de las puertas de entrada al pueblo.  Hubo intentos intermitentes de desecarlos mediante zanzas pero hasta época reciente -durante la alcaldía de D. Manuel Cerro- no se culminó esta tarea.
Por otra parte, y de acuerdo con la política de desamortización -conocida por el ministro que la realizó, Pascual Madoz, de 1855-  de los bienes municipales, en el Archivo Provincial de Toledo se conserva el expediente de 1865 de la venta de los terrenos pertenecientes al Ayuntamiento de El Toboso denominados del Pozo de la Puerta, aledaños al charco, de una extensión de  más de una hectárea, que lindaban -entre otros- al Oeste con Inés Rodríguez y al Mediodía con el camino del convento y al Norte con Manuel Manzanares, y que se tasaron en 1.200 reales. Desconozco cuál fuel el adjudicatariao.

Así mismo el charco del Pozo de la Puerta ha sido un lugar emblemático de las vistas e incluso de la iconografía quijotesca. Muchas de las ilustraciones que presentan a Don Quijote y Sancho en El Toboso lo hacen sobre el reflejo de dicho charco, como la de Pierre Noury de 1933

martes, 14 de diciembre de 2010

María Zambrano en un mitin en El Toboso en 1931

La gran filósofa  María Zambrano participó en varios mítines durante el mes de marzo de 1931 por varios pueblos manchegos apoyando a la coalición republicano-socialista, y en concreto participó en un mitin en El Toboso, poco antes de las elecciones municipales del 12 de abril de ese año que acabarían derrocando al monarca Alfonso XIII y darían lugar al advenimiento de la II República. Al terminar la Guerra Civil tuvo que exiliarse y desarrolló la mayor parte de su carrera en el exilio.

sábado, 11 de diciembre de 2010

El alcalde Zarco de Morales tala y cultiva la dehesa de la Poça del concejo de El Toboso


En 1597 hubo una querella contra el doctor Zarco de Morales, alcalde de El Toboso, porque el año anterior había "rompido y tenía ursurpado y entrada gran parte de la dehessa de la Poça que es lugar de pasto y propia de la dicha villa (...)". Fue condenado a restituir lo usurpado y al pago de una multa pero "luego que fue electo por alcalde este presente año reincidió en el dicho delito volvió arar y tiene labrada la dicha parte de dehessa y lo que peor es que con el favor que como tal alcalde tiene a cortado y talado gran número de pies de encina que en la dicha parte de la dehessa había en la cual el dicho doctor por ser tal alcalde a cometido atroccísimos dignos de punición y castigo" . El testigo Juan Gómez, guarda de los montes municipales relata los hechos: el domingo antes del  día de Reyes, se encontró al doctor y alcalde Zarco, al alguacil  y a un criado sobre las ocho horas de la noche en el monte de la Poça. Al verlo el doctor Zarco le ofreció de beber con gran regocijo y después se fue a la villa con su gente. Juan Gómez se quedó en la dehesa en la majada de los pastores de Juan Martínez de Alexo "y estando a la lumbre con los pastores que guardaban el dicho ganado y a la hora de media noche poco más o menos oyeron golpes (...) a manera de que cortaban leña dentro della en la leña que el concejo desta villa tenya vendida y acudieron a los dicho golpes(...)"(A. H. N., OO. MM., A. T. nº 53.974)
Era el destino de los montes y dehesas del Concejo, usurpados en muchos casos por los cargos concejiles, supuestamente encargados de su vigilancia y mantenimiento, haciendo buena la famosa frase de de Proudhon sobre el orgen de la propiedad.

jueves, 2 de diciembre de 2010

Proyecto de plantación de pinos "y bellotas" en la sierra de El Toboso en 1811


En plena Guerra de la Independencia, en 1811, el corregidor de Tarazona de La Mancha, Mariano Rufino González, que era vecino de El Toboso, solicitó permiso a las autoridades españolas retenidas en ese momento en Cádiz -mientras se redactaba la famosa Constitución que vería la luz un año después- para replantar terrenos de realengo -pertenecientes al Estado- en una zona donominada La Sierra entre El Toboso, Miguel Esteban y Campo de Criptana -cuyos términos no estaban delimitados-, con "pinos de todas clases, bellotas y otras semillas". Argumentaba en su escrito que esos terrenos estaban completamente deforestados y que no eran productivos para los cultivos por lo que cree que haría un servicio a la nación si se le concediese la licencia para la plantación de árboles. En el escrito se dice que es terreno "pedregoso y seco, de modo que habiendo los naturales de aquellos pueblos empezado el cultivo de algunas posiciones de el con algunas semillas, lo han tenido que abandonar porque perdían aquellas, su sudor y sus fatigas". Dicho escrito nos proporciona algunos detalles interesantes:  en dichos terrenos -de una legua muy escasa-  existen algunos propietarios -a pasar de ser de realengo- "con documentos que garantizan su dominio" y "lo más común es que aquél que ha querido en cualquier tiempo ha labrado lo que le ha parecido, y después lo ha abandonado, como que de inmemorial se tiene este terreno por realengo y valdío". Se pretende el plantío en el terreno propiamente de realengo e inculto y dice que en "aquel País apenas se reconoce un árbol, por cuya falta tantos males ha sufrido siempre y sobre lo que no ha dejado de representarse lo suficiente" (A.H.N. Consejos,12003,EXP.3).
Se inició un expediente  pero no disponemos de documentos que nos permitan saber si finalmente se le concedió la licencia y si llegó a realizar la plantación, aunque es evidente que la deforestación continuó. De todas formas, parece un tanto sospechoso, que en la circunstancia tan incierta de una guerra alguien piense en una empresa tan a largo plazo como una plantación forestal. No sabemos si en realidad lo que pretendía era apropiarse de terrenos de realengo.

La persecución inquisitorial de la familia Alonso-Villanueva de El Toboso

 El Archivo Diocesano de Cuenca contiene un conjunto de expedientes inquisitoriales referidos a El Toboso de inestimable valor para conocer ...