miércoles, 16 de abril de 2025

Exposición sobre la cerámica de Mota del Cuervo en el Museo Casa Natal de Cervantes en Alcalá

El Museo Casa natal de Cervantes en Alcalá muestra en la exposición Alma de cántaro un recorrido por la cerámica de Mota del Cuervo a través del tiempo, integrada en las salas del museo




domingo, 9 de marzo de 2025

Parajes de El Toboso en el Catastro de Ensenada

 

Detalle de un mapa del partido judicial de Quintanar de finales del siglo XIX con el término municipal de El Toboso, con sus principales caminos

Al estudiar detenidamente los registros catastrales de El Toboso he ido anotando algunos de los nombres de los parajes que aparecen en las miles de páginas del detallado Catastro de Ensenada que se elaboró en El Toboso en 1752. Son nombres llenos de sugerencias y evocaciones. Gracias a la ayuda de mi padre, un agricultor jubilado de 89 años, he podido ir localizándolos, porque en la mayoría de los casos se ha mantenido el topónimo hasta nuestros días. Muchos de estos nombres ya aparecen en documentos desde el siglo XV y XVI. Toda la vida agrícola de El Toboso discurre por estos parajes, que encierran historias de trabajo, ambición, litigio, herencias y disputas. 

En dicho Catastro encontramos las propiedades de los grandes terratenientes laicos -Pedro Martínez Morales, Diego Arias...- y los eclesiásticos -poseían un tercio, 6.122 cuerdas* del total de 18.574, repartidas entre los 19 clesiásticos seculares, los tres conventos, capellanías y cofradías-, que eran propietarios de la mayor parte de las mejores tierras de labor, diseminadas por el término municipal de El Toboso, aunque también aparecen algunas tierras y parajes que hoy corresponden a Pedro Muñoz -por ejemplo El Raso, donde el convento de agustinos tenía extensas parcelas-. También se contabilizan las exiguas tierras de los pequeños agricultores. Se especifican los linderos de cada parcela y se adjunta un pequeño dibujo perimetral, la superficie medida en fanegas y celemines, y la calidad de las mismas. En este caso nos interesa registrar el nombre de la ubicación de las parcelas: los diferentes nombres de las navas, las casas de campo, los cerros, los pozos, los caminos... El mundo agrícola dejó como testigo del pasado el nombre de los parajes donde transcurrieron siglos de trabajo y ambición por la posesión de la tierra, la principal fuente de riqueza de una villa ementemente agrícola. Los ejes vertebradores de todo el término municipal son los caminos que conducían a los pueblos limítrofes, como Belmonte,  los Hinojosos,  Quintanar, Miguel Esteban,  Campo de Criptana, Alcázar, Gúzquez, que ya era un despoblado.

La estructura de la propiedad de la tierra ha ido cambiando con el tiempo, especialmente desde las desamortizaciones de las numerosas tierras pertenecientes a la Iglesia, que se iniciaron a finales del siglo XVIII y se intensificaron en el siglo XIX, y que también afectaron a las tierras pertenecientes al Concejo. Desde los años setenta del siglo pasado continuaron los cambios en la posesión de la tierra, proceso que sigue en nuestros días. Pero los topónimos de estos parajes permanen con todas sus resonancias, que nos llevan hasta un pasado que nos trae hasta nuestros días la evocación de su mundo. Y es que El Toboso sigue siendo una villa eminentemente agrícola, a diferencia de los pueblos limítrofes que se transformaron y crecieron desarrollando actividades secundarias y terciarias. En gran medida El Toboso sigue anclado en toda esta topografía del pasado que ahora recordamos. 

He aquí una muestra de algunos de los parajes, caminos, pozos, cañadas, carriles, cerros, sitios y lugares que se mencionan: 





Detalle de la red de caminos de El Toboso en un mapa del s. XIX



*1 cuerda = 39.2 metros. 1 cuerda = 0.39 hectáreas. 1 cuerda = 4,000 metros cuadrados.










martes, 4 de febrero de 2025

Francisco Javier Escudero nos aproxima a la complejidad de la biografía de Cervantes

 

Francisco Javier Escudero ha intentado hacer en su reciente libro Eso no estaba en mi libro de Miguel de Cervantes una síntesis muy personal de sus amplias lecturas e investigaciones sobre el gran novelista. Va recorriendo las distintas polémicas en torno  a las diferentes etapas de la ajetreada vida del alcalaíno, y no intenta sentar cátedra sino que más bien va planteando distintos puntos de vista y a veces se atreve a plantear sus dudas y a aventurar hipótesis a partir de los escasos y contradictorios datos de la vida del escritor. En un momento de sinceridad, se pregunta: “Cervantes, ¿qué nos has legado? Si tomamos un camino lo vemos como fiel católico; si tomamos otros, demuestra excesivo interés en lo herético y anticristiano: ¿qué dirección tomamos ahora que se divide en dos? Es un autor complejo y que sigue siendo desconcertante”.

Respecto al realismo en las obras de Cervantes, siguiendo la herencia de grandes cervantistas como Luis Astrana Marín, Escudero, a partir de sus propias y exhaustivas investigaciones en los archivos, propone diferentes identificaciones de los personajes y escenarios de la ficción. Todos conocemos los excesos y extravagancias que se han vertido intentado apropiarse de los territorios y personajes que creó el novelista, pero en este ensayo se evitan ocurrencias más o menos interesadas vistas desde el campanario de aldea.

Escudero nos plantea más contradicciones que certezas pero de eso se trata, de no dar nada por sentado porque en torno a Cervantes no hay casi nada seguro, dada la parquedad de fuentes directas, quizás, eso sí, que tuvo una vida difícil, que pudo tener motivos para estar resentido por el trato injusto que recibió, pero estas circunstancias estuvieron en el origen  de la grandeza de su literatura, lo que le permitió tener el bagaje vital imprescindible para crear obras universales e imperecederas.










domingo, 2 de febrero de 2025

El teatro del Siglo de Oro en El Toboso

 

                                     

Al ver la representación del magnífico espectáculo teatral Farra, una coproducción del CNTC y de la compañía de Lucas Escobedo en el que se mezclan teatro, música y circo con textos del teatro clásico, recordé algunas de las representaciones teatrales que se vienen celebrando en El Toboso desde hace treinta y tres años durante las Jornadas Cervantinas. Casualmente, unas semanas después, consultando unos documentos en el Archivo Histórico de Protocolos de la Comunidad de Madrid, encontré un documento de 1630 que recoge un contrato entre la Compañía de teatro de Francisco Reinoso como representante de su hija María de Jesús y la representanta Isabel Ana de Torres con el mayordomo de la Cofradía del Santísimo Sacramento de El Toboso para “hacer la fiesta de este presente año de seiscientos treinta representando el dicho día del Sacramento y el domingo siguiente próximo pasado el dicho día (…) tres comedias y un auto la dicha Isabel Ana y la dicha María de Jesús, con sus bailes y entremeses”. La cantidad total a pagar por el mayordomo de la fiesta era 2500 reales (Protocolo 5535). No se dan más detalles sobre qué obras se iban a representar. Sí sabemos que la fiesta del Corpus se celebraba desde antiguo con diferentes actos. Por ejemplo, hasta 1603 se celebraba una procesión de Pecados y Danzantes como la que se celebra en la actualidad en Camuñas, que desde la iglesia parroquial iba hasta la ermita de Ntra. Sra. de los Remedios, pero al quedar integrada dicha ermita en el convento de agustinos, estos decidieron prohibir dicha procesión, al considerar que interfería en el control que querían tener sobre la ermita. Por este documento podemos conocer la importancia que seguía teniendo la fiesta del Corpus en El Toboso, que se celebraba con representaciones teatrales con compañias venidas de Madrid.

También referido al teatro, hace años que tuve conocimiento de  una obra de teatro de esta época que transcurre en El Toboso y que en varias ocasiones he pensando que se podría representar durante dichas Jornadas Cervantinas. . Se trata de la comedia de 1673 El hidalgo de La Mancha, de los autores Juan de Matos Fragoso, Juan Bautista Diamante y Juan Vélez de Guevara, una parodia del personaje cervantino. La obra tiene un marcado carácter burlesco al transcurrir la acción durante un carnaval, y de hecho se representó durante el carnaval de 1673 en el teatro Alcázar de Madrid, siendo el objeto de las chanzas la triste figura del hidalgo manchego. El argumento gira en torno a las intervenciones de Don Quijote -y Sancho, a veces- como mediador en el conflico de dos parejas. Don Pedro Osorio, padre de una de las protagonistas de la obra, Doña Elvira, para retirarla del bullicio de la corte la conduce a El Toboso, donde dicen que tiene "poderosa hacienda y casa". Esta obra se situa en el contexto de las comedias burlescas del Siglo de Oro -sigo a Carlos Mata Induráin-. La acción se desarrolla en El El Toboso durante los carnavales:

                              

Al inicio de la obra se había aludido a la ventaja de El Toboso sobre Madrid, por lo siguiente: 


Gran parte de las acciones de esta comedia son una recreación burlesca del episodio de la segunda parte del Quijote que transcurre en el palacio de los Duques. Desde la perspectiva actual, esta comedia se ensaña demasiado en la locura de don Quijote, que parece ser una víctima propiciatoria para todo tipo de burlas, echando en falta el componente de ternura que logra despertar Cervantes cuando describe las acciones de este personaje. 











Exposición sobre la cerámica de Mota del Cuervo en el Museo Casa Natal de Cervantes en Alcalá

El Museo Casa natal de Cervantes en Alcalá muestra en la exposición Alma de cántaro un recorrido por la cerámica de Mota del Cuervo a través...