Con motivo de la celebración del 500 aniversario de la
iglesia parroquial de El Toboso la parroquia de San Antonio Abad está desarrollando un variado programa de actos conmemorativos. El pasado día 12 de este mes presenté una investigación sobre estas
cinco centurias de esta construcción tan ligada a la historia de El Toboso.
Se trata de una iglesia de estilo tardogótico, de planta
salón, dentro de la tipología de las iglesias columnarias con bóvedas de
crucería con ricos terceletes. Los impulsores de la obra, junto al concejo,
fueron los priores de la orden de Santiago en Uclés, que dejaron detallados
registros del proceso constructivo en las periódicas inspecciones de sus
visitadores. La parte más compleja fue la obra de la torre, donde intervino el
cantero vasco Ramón de Izaguirre. A lo largo del siglo XVII se fueron añadiendo
la sacristía y tres capillas.
El historiador José María de Azcárate escribió un artículo
sobre esta iglesia titulándolo ingeniosamente coma “La iglesia donde rezaba Dulcinea”,
y es que Cervantes la inmortalizó al referir el encuentro con la “gran torre” (“con
la iglesia hemos dado”) cuando Don Quijote y Sancho buscan el palacio de
Dulcinea. Ya hemos mencionado anteriormente la teoría de F. J. Escudero de que
Cervantes estaría ironizando porque en esa época sería notorio en toda la
comarca que El Toboso no era capaz de concluir la obra de su torre parroquial.
Es indudable que se trata de un templo de grandes
dimensiones con una torre señera e imponente acorde con la ambición de una
villa que a finales del siglo XVI tenía unos 5000 habitantes.
A lo largo del siglo XVII El Toboso experimentó una crisis demográfica que hizo reducir su población a la mitad. En 1649 el templo parroquial sufrió un pavoroso incendio que requirió un gran esfuerzo económico para su reconstrucción. Fue necesario que el concejo y la parroquia siguiesen un complejo proceso judicial ante el Consejo de Órdenes para obligar al Priorato de Uclés y al Comendador de Socuéllamos a contribuir con 10.000 ducados, la mitad de los gastos de reparación.
En el siglo XIX la iglesia parroquial experimentó una
decadencia acorde con la del concejo y en el siglo XX, durante la guerra civil
fue saqueada y expoliada. Posteriormente hasta la pila bautismal del siglo XVI
acabará siendo vendida.
En mi presentación también incluí una sección sobre cómo el cine y el arte han reflejado la escena quijotesca de la gran torre de El Toboso.
En 1993 este templo sufrió otro gran incendio, aunque en tres años se reconstruyó toda la techumbre dañada.En los últimos años se ha llevado a cabo un interesante proyecto
de musealización del templo, que contiene entre sus muros gran parte de la
historia de El Toboso.